El 5G trae consigo la reducción de la latencia y este aumento de la velocidad tan demandado. Por su parte, el edge computing permite reducir al mínimo el tiempo de transmisión
Un análisis de Toshiba llevado a cabo hace exactamente doce meses, afirmaba que 2019 iba a ser un año determinante para la rápida adopción de soluciones IoT, y en el cual la llegada del 5G unida al edge computing abriría la puerta a todo un mundo de nuevos desarrollos y aplicaciones. En línea con estas previsiones, 2019 ha sido un año cargado de novedades, entre las que destaca el despegue del 5G, y en el que la tendencia hacia el edge computing se presenta de forma cada vez más sólida.
Tanto es así que esta última tendencia, basada en la descentralización del procesamiento de datos, se presenta como la única forma de dar respuesta a una demanda cada vez mayor de tecnologías que permitan una recogida, análisis y procesamiento eficiente de los mismos. En este sentido, en 2025 se crearán 175 zettabytes de datos anualmente, un 60 por ciento de los cuales será generado por las empresas, según IDC. Además, Gartner apunta a que más de 20 miles de millones de cosas estarán conectadas a internet. Así, en una era dominada por el auge de la conectividad y donde el éxito de las organizaciones depende ya de su destreza para el análisis y procesamiento de cantidades de datos cada vez mayores, Qualcomm recalca que el 5G se presenta como el complemento perfecto para potenciar y asentar definitivamente la tendencia hacia el edge computing.
Beneficios del edge computing para todos, no sin 5G
El edge computing permite que los datos producidos por los dispositivos del internet de las cosas se procesen más cerca de donde se crearon, permitiendo su análisis casi en tiempo real, lo que implica notables beneficios para todas las industrias. Actualmente los sectores de retail, industrial, servicios públicos y transporte son algunos de los más avanzados en cuanto a esta tendencia. Sobre todo, en cuanto a este último punto, cabe recalcar que el edge computing es esencial para permitir la generalización del coche autónomo. Estos nuevos vehículos van a necesitar gestionar ingentes cantidades en tiempo real para comunicarse tanto con el entorno como con otros vehículos. En este sentido, permitir la capacidad de computación dentro del mismo vehículo gracias al edge computing puede resultar esencial para permitir su adopción definitiva.
El edge computing se puede utilizar para reducir los costes de transporte de red para el operador móvil, ya que al procesar los datos en el extremo se elimina la necesidad de transportarlos de regreso al núcleo, lo que permite considerables ahorros. Para los consumidores, el mayor beneficio será un notable aumento en la respuesta de la red móvil, debido a la reducción de la latencia.
Sin embargo, el edge computing no se materializará de forma independiente: su desarrollo, según Qualcomm, deberá estar impulsado por la próxima generación de la telefonía móvil 5G. Por tanto, edge computing y 5G han de evolucionar de forma conjunta si se quieren obtener los mejores resultados en todos los ámbitos y aplicaciones anteriormente descritos.
5G y edge computing para reducir la latencia al máximo y aumentar la velocidad
Reducir la latencia y aumentar la velocidad en la transmisión de datos es vital en el contexto actual dominado por los datos. En la actualidad se persigue un procesamiento y una respuesta en tiempo real, solo de esta forma serán posibles las smart cities “definitivas” por las que circularán coches conectados y en las que la mayoría de servicios estarán basados en IoT. Para permitir esta respuesta en tiempo real es preciso que el procesamiento de datos se lleve a cabo lo más cerca posible del usuario o del dispositivo en cuestión.
En este sentido, el 5G trae consigo la reducción de la latencia y este aumento de la velocidad tan demandado. Por su parte, el edge computing permite reducir al mínimo el tiempo de transmisión que supone el viaje de los datos desde la red hasta los centros de datos al llevar a cabo el proceso en el mismo edge. En definitiva, la combinación perfecta para dar respuesta a la inmediatez y eficiencia que demanda el contexto actual.
Eloy Fustero, Director de desarrollo de negocio en Qualcomm ha comentado: “El despliegue del 5G supone un aumento en la complejidad de las redes que va a requerir un procesamiento de datos más eficiente que nunca. Nos adentramos en una era muy emocionante en este sentido, a la que me gustaría referirme como ‘era de la conectividad inteligente a la nube’. Una en la que 5G y edge computing se complementan y refuerzan a la perfección dando lugar a un nuevo escenario en el que nuevos e innovadores servicios como el transporte V2X, la realidad aumentada o el IoT aplicado a diversos sectores se asentarán de forma definitiva para mejorar nuestra calidad de vida”.